La flor de cera ( Hoya carnosa ) es una maravillosa planta trepadora cuyas hojas, gruesas y de aspecto ceroso y carnoso, le ayudan a retener el agua. Es un tipo de planta muy parecida a las suculentas, que crece hasta un metro de altura y es originaria de China y Japón.

Muchas personas se sienten atraídas por esta planta por sus hojas, que varían de una especie a otra. En algunos casos es difícil distinguir estas plantas entre sí, a menos que estén floreciendo.

Como plantas de interior, son fáciles de mantener, duraderas y florecen constantemente año tras año. A continuación te enumeramos los cuidados esenciales de la flor de cera .

Cuidado de las flores de cera

Luz

La mayoría de las plantas pertenecientes a esta familia no soportan la luz directa e intensa y sus hojas sufren la exposición directa al sol.

Es una planta que crece en el bosque, entre árboles y arbustos, y por tanto acostumbrada a recibir luz indirecta y de baja intensidad. Esta condición debe replicarse en casa.

Muchos jardines botánicos y cultivadores de hoya cultivan esta planta bajo un paño de sombra que bloquea entre el 50 y el 80 % de la luz solar directa.

Tierra para macetas y riego

La flor de cera no necesita mucho espacio, al ser una planta epífita (es decir, un vegetal que vive sobre otra planta, sin alimentarse de ella). Como regla general, no hay necesidad de trasplantar una hoya.

No obstante, es recomendable cambiar la tierra cada 2 o 3 años. Utiliza macetas de barro, que son más porosas y por lo tanto eliminan más fácilmente el exceso de agua del suelo.

Esto es particularmente importante ya que a la flor de cera no le gusta el encharcamiento. Necesita riego regular, pero hay que dejar secar bien la tierra para evitar que la planta se pudra.

Humedad y temperatura

La flor de cera no tolera las temperaturas frías, por debajo de los 10°C: por eso, se debe tener cuidado durante el invierno.

En cuanto a la humedad, esta planta está acostumbrada a vivir en contextos con mucha humedad, propios de zonas subtropicales y tropicales. A pesar de ello, se adapta bien a contextos más secos.

Principales problemas y soluciones de las flores de cera.

Estos son los problemas de flores de cera más comunes:

• Si las hojas de la flor de cera se están quemando o se están poniendo rojas, podría ser una señal de demasiada luz. Mantenga la planta alejada de los rayos del sol.
• Si las hojas se están pudriendo, es posible que no estén recibiendo suficiente agua o que las raíces se estén muriendo. Revisa las raíces y también busca cochinillas harinosas.
• Si las hojas comienzan a verse flácidas, es posible que las raíces hayan muerto por demasiada o muy poca agua.
• Si su flor de cera no está floreciendo, probablemente no esté recibiendo la cantidad adecuada de luz. Sin embargo, algunas hojas pueden necesitar cierto tipo de “estrés” para estimular la floración (es decir, períodos fríos o secos).
• Si los cogollos caen antes de la floración, es posible que la tierra de la planta haya estado demasiado seca o demasiado húmeda durante un largo período de tiempo.

Si su flor de cera ha estado seca por mucho tiempo, trate de no regarla demasiado cuando la riegue. Agregue agua poco a poco para asegurarse de que el suelo se pueda humedecer bien.